Hidroelectricidad chilena estaría viviendo proceso de despegue

(Miércoles, 13 de agosto, 2014).- Recientemente la Presidenta Michelle Bachelet y el ministro de Energía, Máximo Pacheco, inauguraron la central Angostura, ubicada en la Región del Biobío. Con 316 MW, es la hidroeléctrica de embalse más grande puesta en servicio en los últimos 10 años. Construida por Colbún, se trata de un hecho con significado, pues es de la misma empresa que tiene el 49% delas acciones del proyecto HidroAysén, hoy paralizado.



Coincidentemente, el mismo día en que se realizó esta inauguración, en Concepción se desarrolló el Foro Eléctrico del Sur, ForoSIC 2014. En su segunda versión, y con un peak de 180 asistentes, confirmó el interés de los especialistas por las temáticas relacionadas con este sistema eléctrico. En la ocasión –y justamente en una zona propicia para este tipo de centrales- destacaron las presentaciones de dos proyectos hidroeléctricos: Central Cuervo (hidro de embalse de 640 MW) y la hidroeléctrica de pasada Los Cóndores (de 150 MW). Dos ejemplos de que, tras el rechazo a HidroAysén, se levantan iniciativas concretas en esta área.

El fortalecimiento de la generación de energía hidroeléctrica forma parte del tercer eje de la Agenda del Gobierno. En ese capítulo se destaca que, de acuerdo con estudios encargados por el Ministerio de Energía se estima que en un escenario conservador el potencial hidroeléctrico entre las cuencas del Aconcagua y Puelo superaría los 10.000 MW de capacidad.

Según el informe de la CADE, existirían otros 6.000 MW adicionales en la Región de Aysén. La Agenda plantea, además, que se desarrollará una planificación territorial que contemple un impulso para el futuro de la hidroelectricidad, trabajando con criterios de sustentabilidad, lo que incluye el fortalecimiento de la Dirección General de Aguas (DGA).

Con estos antecedentes, pareciera ser que la hidroelectricidad estaría viviendo un proceso de despegue. Sin embargo, algunos temas pondrían en tela de juicio esta aseveración. A juzgar por lo expresado en un reciente seminario de Acera, la situación es más compleja, quedando pendientes algunos aspectos por aclarar. Por ejemplo: ¿Cómo operará el concepto de ordenamiento territorial? ¿Cómo se obtendrán áreas con "luz verde" para el desarrollo de estas iniciativas, considerando la existencia de sectores con capacidad para oponerse a estos proyectos? ¿Será suficiente la actual normativa reglamentaria o se requerirá de alguna otra adicional? ¿Qué ocurre con el desarrollo local y las compensaciones?

Existe acuerdo en que la Agenda de Energía, en general, y la hidroelectricidad, en lo particular, representan todo un desafío para el país. Prueba de lo anterior son las declaraciones de la Presidenta Michelle Bachelet en la Cena Anual de la Energía: "Sabemos que debemos aprovechar responsablemente nuestras enormes riquezas naturales. Por eso vamos a impulsar la hidroelectricidad, pero haciéndonos cargo del nuevo escenario que vive el país".

A tener en cuenta
La represa Angostura instalada en el río Huequecura, entre Quilaco y Santa Bárbara, fue la ocasión para que anunciar su propuesta en materia energética, y un espaldarazo a los grupos económicos que controlan estos negocios.

La iniciativa anunciada por el gobierno de Michelle Bachelet consiste en el impulso de proyectos energéticos que aportarán cerca de 1500 MW a los sistemas interconectados del país. Destacan entre esos proyectos Alto Maipo en la Región Metropolitana y una serie de proyectos a base de carbón impulsados por las empresas Colbún, Endesa y AES Gener, es decir, del oligopolio de la generación eléctrica.

A estos anuncios de proyectos, se suma la inversión de U$1000 millones de dólares en adelantar proyectos de transmisión de electricidad. Lo que significa un impulso político a los proyectos energéticos de los grandes grupos económicos y su apoyo a través de la inversión millonaria en proyectos de transmisión de la energía eléctrica generada por estas empresas.